Cordero
La tierra y los pastos de Castilla y León prestan su aroma y sabor característicos a los corderos de esta zona, que son sacrificados en un plazo máximo de 120 días desde su nacimiento. El resultado es una carne muy jugosa; una deliciosa fuente de proteínas con infinidad de posibilidades en la cocina.
CANAL
Solo seleccionando los mejores corderos y sacrificándolos con menos de cuatro meses podemos garantizar una carne sabrosa y de alto valor nutritivo, tanto para asados como para todo tipo de guisos. Nuestra capacidad de abastecimiento nos permite satisfacer fuertes demandas de cordero en fresco, presentados colgados o en cajas
DESPIECE
Cuna: Se trata del tronco íntegro del animal, sin cabeza y sin patas, lo que constituye una pieza perfecta para asar o para aprovechar en diferentes guisos. Podemos satisfacer grandes demandas de este producto en fresco y congelado.
Carré o chuletero: Presentamos uno de los cortes más apreciados del cordero. El carré o chuletero se puede presentar entero, con el hueso limpio y separado de la carne, formando la tradicional ‘corona’, o en forma de chuletillas -que tan buen resultado ofrecen a la sartén, a la plancha o en barbacoa- debidamente empaquetadas, para su mayor comodidad, ya sea en fresco o en congelado.
Paletilla: La pata delantera del cordero es una de las partes más jugosas del animal. Tanto asada entera como troceada protagonizando diferentes guisos, da mucho juego en nuestra mesa y satisface a los más exigentes. Disponemos de diferentes clasificaciones según el peso, en fresco y congelado.
Pierna: Es muy valorada porque porque acumula una gran cantidad de sabrosa carne de primera que se puede compartir con más de un comensal para disfrutar asada, fileteada y en las más diversas elaboraciones. Podemos cubrir cualquier demanda en fresco o congelado.
La tierra y los pastos de Castilla y León prestan su aroma y sabor característicos a los corderos de esta zona, que son sacrificados en un plazo máximo de 120 días desde su nacimiento. El resultado es una carne muy jugosa; una deliciosa fuente de proteínas con infinidad de posibilidades en la cocina.
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Solo seleccionando los mejores corderos y sacrificándolos con menos de cuatro meses podemos garantizar una carne sabrosa y de alto valor nutritivo, tanto para asados como para todo tipo de guisos. Nuestra capacidad de abastecimiento nos permite satisfacer fuertes demandas de cordero en fresco, presentados colgados o en cajas
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Cuna: Se trata del tronco íntegro del animal, sin cabeza y sin patas, lo que constituye una pieza perfecta para asar o para aprovechar en diferentes guisos. Podemos satisfacer grandes demandas de este producto en fresco y congelado.
Carré o chuletero: Presentamos uno de los cortes más apreciados del cordero. El carré o chuletero se puede presentar entero, con el hueso limpio y separado de la carne, formando la tradicional ‘corona’, o en forma de chuletillas -que tan buen resultado ofrecen a la sartén, a la plancha o en barbacoa- debidamente empaquetadas, para su mayor comodidad, ya sea en fresco o en congelado.
Paletilla: La pata delantera del cordero es una de las partes más jugosas del animal. Tanto asada entera como troceada protagonizando diferentes guisos, da mucho juego en nuestra mesa y satisface a los más exigentes. Disponemos de diferentes clasificaciones según el peso, en fresco y congelado.
Pierna: Es muy valorada porque porque acumula una gran cantidad de sabrosa carne de primera que se puede compartir con más de un comensal para disfrutar asada, fileteada y en las más diversas elaboraciones. Podemos cubrir cualquier demanda en fresco o congelado.
